En el
puerto de Veracruz y sus alrededores florece la música Caribeña, también
llamada Tropical, y es necesario hacer notar que aunque Veracruz
geográficamente no se encuentra en el Caribe, culturalmente forma parte
importante de él, ya que en Veracruz se toca, se canta, se baila y lo que es
más significativo, se compone música Caribeña la cual ha trascendido mas allá
de nuestras fronteras donde destaca uno de los más grandes compositores
Mexicanos de todos los tiempos: el “músico-poeta Agustín Lara”. Desde luego en
Veracruz florece un estilo muy particular de ritmos Caribeños y podemos afirmar
que la Rumba y el Danzón ya tienen carta de nacionalización, cuya manifestación
más voluptuosa la vivimos durante la celebración del más famoso carnaval de
México: el “Carnaval de Veracruz”, amén de otros carnavales y ferias de la
geografía Veracruzana.
Desde luego la Música
Jarocha es la que con mayor fuerza representa a los Veracruzanos, esto se debe
a que nació en esta tierra y se puede decir que desde aquí ha conquistado al
mundo. “Jarocho” originalmente era un término despectivo con el que los
primeros habitantes del puerto de Veracruz.
, la
mayoría nacidos en la península Ibérica, llamaban a los que vivían fuera de las
murallas de la ciudad, y que normalmente eran los encargados de los establos y
caballerizas de la clase poderosa. Con el tiempo el significado del nombre ha
cambiado y en nuestros días es símbolo de orgullo. El calificativo de Jarocho
se fue extendiendo hacia la cuenca del río Papaloapan y el sur del estado
naciendo toda una cultura Jarocha con una serie de tradiciones compuesta por
gastronomía, vestimenta, lenguaje, literatura, danza y desde luego Música, la
que como todo lo demás es el resultado de la mezcla de tres culturas: la
Indígena que ya vivía en esta región, la Española que llegó a conquistar y la
Africana que fue traída en calidad de esclava. La riqueza de la música Jarocha
es infinita, las Jaranas son el alma principal de los conjuntos a las que se le
suman una gran variedad de instrumentos entre los cuales en muchas ocasiones
destaca el “Arpa”, que de alguna forma es también un ícono de Veracruz. Se
puede decir que cada músico es un “Juglar”, ya que en sus composiciones narra
sucesos o convierte con ingenioso humorismo situaciones difíciles o dramáticas
en jocosas aventuras, destacando la facilidad para improvisar un verso en el
que alude a algún personaje de la reunión o a alguna situación del momento.
La
Música Jarocha se escucha en todo el sur del Estado, sobresaliendo Tlacotalpan,
donde se celebra la fiesta de la Candelaria y año con año se realiza el
encuentro de jaraneros, al que asisten músicos de todo México y de otros
Países; Alvarado, cuna de grandes músicos que durante todo el mes de mayo viven
el Son Jarocho en sus tradicionales “Fiestas de las Cruces” y donde J. Pablo
Moncayo estudió y compuso su famoso “Huapango”; además las pequeñas poblaciones
de Mandinga y Boca del Río, lugares en que los turistas además de escuchar la
variedad de Sones pueden disfrutar sabrosos manjares de la comida Jarocha.
El traje típico de
Veracruz se caracteriza en las mujeres por contar con una falda ancha y oleada
de color blanco (decorada a mano con encajes y bordados valencianos) , blusa
del mismo color sin mangas, un delantal o mandil que suele ser de color negro
en terciopelo y con decorados con temas de flores, un chal de seda, muy
llamativo, que suele ser amarillo o blanco, y una mantilla de tul de
algodón con bordados de gran belleza.
Todo va acompañado de
múltiples accesorios: un abanico adornado con encaje, pulseras en las
manos y cadenas de oro, además de un rebozo enredado en los brazos
Así es posible
conocer un detalle muy importante: las mujeres solteras se colocan las rosas
del lado izquierdo mientras que las casadas las usan del lado derecho.
Todo lo anterior
conforma un conjunto vaporoso y de suave frescura, que remata en los zapatos,
que deben ser blancos.
El hombre, por su
parte, utiliza el denominado traje jarocho, compuesto por pantalón
blanco y camisa blanca (estilo guayabera con bolsillo en ambos lado y en la
parte superior e inferior), zapatos del mismo color, sombrero de palma y un
pañuelo de color rojo en el cuello, el que se ajusta con una argolla dorada.
Indiscutiblemente, uno de los tesoros más grandes que ha acumulado a través del tiempo el pueblo Veracruzano, es su expresión musical, música que en muchas ocasiones es complementada con danza, y en otras es una fuerte invitación a bailar al ritmo de sus alegres compases.
En el estado de Veracruz sobresalen tres estilos de música, que cuentan con fuerte arraigo entre sus pobladores y un gran número de seguidores en otras partes de México y el extranjero.
Al norte nos encontramos con la música Huasteca que aunque se manifiesta también en otros estados vecinos, en Veracruz adquiere características muy propias ya que es parte de toda una forma de vida. Los Huastecos aman profundamente su música y ocupa un lugar esencial en todos los momentos importantes de su existencia; nacimientos, bautizos, bodas, celebraciones religiosas, funerales etc., En toda la Huasteca Veracruzana, que abarca desde la ribera del río Pánuco, que nos une con el estado de Tamaulipas, hasta la ciudad de Poza Rica y lugares circunvecinos, se escucha el canto del “falsete” siguiendo las vibrantes notas del violín ejecutado con singular maestría y acompañado por la jarana y la huapanguera. Actualmente los festivales de Son Huasteco se han popularizado en toda la región y ya son muchos los pueblos que con gran éxito los organizan.
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